Siempre ha habido gente que ha dicho eso de "una imagen vale más que mil palabras" y, en cierto sentido, es cierto; hay cosas, momentos y situaciones que no se pueden describir sino que hay que verlas, que sentirlas... ¿Y qué mejor que una fotografía? ¿Que un vídeo? Nuestros mejores momentos, nuestros recuerdos todos resumidos en una sola instantánea.
Pero, ¿puede funcionar también a la inversa? Es decir, ¿vale mil palabras más que una imagen? Estamos tan acostumbrados a la forma tradicional que resulta difícil incluso pensarlo. Pero yo creo que sí, que también funciona a la inversa y un ejemplo muy claro de ello son las adaptaciones cinematográficas de los libros.
Además, las adaptaciones cinematográficas deben regirse por un ritmo, una cadencia que cuente -con sus más y sus menos- todo el contenido del libro lo cual lleva a que muchas escenas sean eliminadas o que capítulos enteros se vean resumidos en un par de escenas o un par de frases y el resultado suele ser que a los fans del libro les sepa a poco.
Y vosotros... ¿Qué opináis?
¡Muy buen debate! Ciertamente, no lo hubieras planteado no se me habría pasado por la cabeza y, de no poner el ejemplo de las adaptaciones habría aceptado como que una imagen vale más por peso propio. Pero, pese a mi profesión, han sido demasiados libros ultrajados (y demasiadas relaciones forzadas y aparecidas de la nada que tanto se ven últimamente) y... ¡Me has convencido! Las palabras ganan por goleada.
ResponderEliminarMe parece un debate muy interesante y que seguro dará más de sí. Estoy deseando leer tu siguiente post.